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Las tecnologías de Internet de las Cosas (IoT), como los sensores, los wearables y la integración con el modelado de información de edificios (BIM – Building Information Modeling), pueden mejorar la seguridad, la productividad y los márgenes de beneficio, al tiempo que ayudan a las petroleras a alcanzar sus objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG – Environmental Social, and Governance). 

En los últimos años, los órganos de gobierno de todo el mundo han aumentado la apuesta por la descarbonización. Por ejemplo, la UE pretende reducir las emisiones de metano en un 55% para 2030 en comparación con los niveles de la década de 1990. 

En consecuencia, varias grandes petroleras y de gas se preparan para hacer frente a lo inevitable, con supermajors como BP, Shell y Total, que ya se han comprometido a alcanzar las emisiones netas cero para 2050.

La adopción de IoT es una forma eficaz de que las empresas petroleras  aborden el problema de los equipos defectuosos, que pueden causar estragos en ecosistemas frágiles. 

«Los ecosistemas tardan décadas en recuperarse de la rotura de tuberías y los vertidos de petróleo de los petroleros. Por eso, para proteger el medio ambiente es crucial poder vigilar con más eficacia tanto los activos recién instalados como los más antiguos, como perforadoras, oleoductos y petroleros. De esta manera los sensores impulsados por IoT permiten a las petroleras controlar mejor estas condiciones para garantizar el cumplimiento de la normativa sobre emisiones y residuos.» Destaca el experto en petroquimica, Saul Ameliach Orta. 

 

Inversión y sostenibilidad 

Por otra parte, las grandes petroleras tienen previsto concentrar sus inversiones en las próximas décadas en clases de activos que impulsen sus objetivos de emisiones netas cero, como la captura de carbono y las energías renovables.

«Las empresas tienen la oportunidad de mejorar su posición competitiva suministrando energía obtenida de forma sostenible. Los cambios estructurales con herramientas como IoT ayudarán a revisar la industria de emisiones pesadas hacia la sostenibilidad. Además, el sector de las petroleras es un mercado con un gran volumen de activos. Tanto las empresas de exploración y producción como las de transporte y distribución utilizan instalaciones enormes y complejas.» Agrega Saul Ameliach Orta

A tal escala, los cambios incrementales de eficiencia equivalen a enormes mejoras de costes. Por lo tanto, las empresas que puedan mejorar la eficiencia de sus procesos operativos y minimizar los tiempos de inactividad y mantenimiento obtendrán enormes beneficios.

«Los sensores inteligentes se instalan a posteriori en activos dispares, como perforadoras, bombas y otros equipos. Estos sensores miden la temperatura, la presión, la humedad, la velocidad y otros muchos aspectos operativos.» señala igualmente Saul Ameliach.

La verdadera promesa de IoT es que ofrece la posibilidad de analizar todos los datos en el contexto de los datos históricos de equipos industriales similares. Los sensores ayudan a localizar el origen exacto de los problemas cuando se producen, lo que reduce el tiempo de inactividad y ahorra en gastos de explotación (OPEX). 

Esto significa que la organización puede predecir mejor cuándo fallarán piezas vitales, como las brocas, con el consiguiente impacto positivo en la eficiencia y los costes de producción. Las tecnologías IoT pueden apoyar la supervisión remota, haciéndola más segura y fiable.